Nuestra fábrica de embutidos en León

En el año 1964 un recién licenciado del servicio militar en Ceuta, de nombre Honorio, inicia su camino por la vida. Se marcha a Francia, con el viaje pagado por su hermano y comienza a trabajar en el sector del plástico.

Allí en un pueblo cercano conoce a un granjero que le vende un cerdo y comienza a elaborar chorizos para su consumo propio.

Un verano conoce a su mujer Rosi y tras nueve años, añorando su tierra, regresan a León. Como no encontraban trabajo, deciden reabrir un bar, de nombre El Omaña, pasando de no vender nada a hacer buenas recaudaciones cuando lo traspasan.

Posteriormente compran un pequeño local, donde comienza a vender pollos asados, poco a poco, los clientes comienzan a preguntarles si no venderían productos de alimentación. Cuando el hermano de Honorio decide marcharse a Galicia, le compra el local contiguo y, no conforme con ello, amplia dicha tienda alquilando dos locales contiguos, para transformarlos de una tienda de alimentación a un autoservicio.

En la modesta tienda de alimentación donde comienza a tener un gran éxito la sección de carnicería por la excelente selección de sus carnes: los conejos, lechazos de la montaña y sobre todo los embutidos tradicionales leoneses. Esto último hace que se animen a empezar a curarlos ya en Soto y Amío, primeramente en casa de una vecina manteniendo el encanto de las cocinas de curar de las abuelas que les confiere ese especial sabor tradicional de los chorizos de León.
Después de sopesar la situación entre seguir con el autoservicio o comenzar con la elaboración de los embutidos, optaron finalmente por la segunda.

Así comienza la adecuación de una casa antigua, cercana al ayuntamiento de Soto y Amío en el año 1984. Los comienzos fueron difíciles pues nos conocía un reducido número de personas. Siempre recordaremos al Sr. Julio que nos dijo que no le gustaba el salchichón hasta que había probado el nuestro. Valoramos enormemente las palabras de aliento de muchos clientes satisfechos que destacan nuestro crecimiento como artesanos tradicionales sin perder nuestras señas de identidad, cómo nuestros chorizos les recuerdan a los que hacían sus abuelas y que nos animan a seguir haciendo cosas tan ricas. Asimismo valoramos las palabras de nuestros clientes no tan satisfechos que nos ayudan a crecer y mejorar constantemente la calidad de nuestros productos deseando que continúen a nuestro lado.
Posteriormente en el año 1995 pasamos a la actual ubicación de nuestra fábrica de embutidos tradicionales leonenes, la Travesía de Omaña n.º 11, donde adecuamos nuestras instalaciones según la normativa europea.

En el año 2006 iniciamos una pequeña reforma para la ampliación de la zona de ahumado y de secado final, para mejorar nuestros productos desde el punto visual.